Una familia de indianos, con sus raíces en Las Villas (comarca al nordeste de la provincia de Salamanca), se enriquece en la Cuba colonial. A partir de la independencia y desaparición de la matriarca, los restantes optan por venirse a su amada España, a su tierra.
Invirtieron en terrenos de secano en Huerta y los pueblos aledaños, haciéndose con una gran hacienda agropecuaria, ubicada en paralelo con la curva del río Tormes, situada en ese pueblo. El núcleo inicial es una pequeña zona, llamada Rascaviejas, de la que la gran hacienda toma su nombre. Aquel secano se convirtió en regadío con ellos aquí.
Comienza el paso de personajes principales con un niño, Alberto, que, de la mano de su maestro, don Feliciano, y su amiga y «hermana mayor», la Gran Dama de Las Villas, se convierte en un buen estudiante y un gran profesional, que reconquista a su única mujer —con independencia de otras dos musas, solo musas—, a partir de una separación un poco pueril.
Hay un desfile de pintorescos y apasionantes personajes.
Es de destacar un atípico diablo, llamado Helio, también animador bonachón —salvando lo paradójico—, que está presente en las mentes de muchos paisanos de la comarca y en los sueños de Alberto, y después, en los de su nieto. Surge Helio entre nuestro Alberto y dos de sus sobrinos.
Si en la primera parte (Rascaviejas) «casi todo es amor», en la segunda, Los sentimientos cruzados, Diego, nieto de Alberto, un niño que comenzó lo académico siendo hiperactivo, reconducido por su madre, su abuelo y otros familiares, remonta en sus estudios y se hace un buen profesional. Aquí triunfa el amor sobre el materialismo. Diego conseguirá la felicidad, por la misma vía, por el amor, pero la manipuladora Claudia la pierde por abrazar lo material.
Es una tierna historia, con el atrevimiento del autor para meterse en el futuro, porque la novelita abarca todo el siglo XX y la mitad del XXI. Él mismo confiesa que, al leerla un año después de terminarla para adaptarla a la editorial, se ha emocionado.
Deberían de hacerlo también algo más de una docena de lectores.