Este libro es una colección de relatos sobre la experiencia de un soldado durante la última guerra civil nicaragüense (1982-1990), conocida como «guerra de los Contras», la cual, según muchos historiadores, fue la última batalla de la Guerra Fría en el tercer mundo. No fue una guerra convencional, sino irregular, conceptualizada por los estrategas de los mecenas como «guerra de baja intensidad», aunque para el soldado de a pie, de «baja» no tuvo nada. Se libró principalmente en las zonas selváticas del país, en montañas que entonces lloraron por la sangre de sus hijos muertos, hombres que lucharon con arrojo por accidentes geográficos que ya no significan nada para nadie. Sus nombres se han desvanecido en el tiempo, anónimos cuyas vidas quedaron ahí, perdidas en esa naturaleza magnífica… y maléfica.
Aquí no se narran fantásticos relatos bélicos, ni épicas campañas militares, sino la vivencia del hombre común, visto con los ojos del soldado adolescente que no entiende de política, ni posee la visión global del conflicto, que sólo cumple con su deber en el área que se le asigna, viviendo simplemente una parte, sea pequeña o grande, modesta o heroica, de esa gran realidad que por desgracia enlutó a Nicaragua durante más de una década.