Navegando a través del proceloso mar de lo cotidiano, los relatos contenidos en esta obra se adentran en lo más recóndito del complejo universo de las pasiones humanas. La vida, ese camino sin retorno, ingrato y cruel a la vez que amable y compasivo, se muestra al lector con toda su crudeza y esplendor en unos textos que, lo mismo en mitad de los campos castellanos que a orillas de una solitaria playa, sobre las aceras de una urbe cualquiera, bajo la hipnótica luz de la luna o en la quietud de un estudio de escritura, desnudan la vorágine de sentimientos que invade desde hace siglos el alma del hombre.
Fe, dolor, orgullo, dignidad, angustia, amor, desesperación, lucha, piedad, duda, deber, esperanza, valor y libertad afloran en cada letra, en cada frase, en cada uno de los Retales de un escribano, cuya inspiración busca constantemente refugio y alimento al abrigo de la música, del arte, de la literatura, de la belleza de lo natural o de la profunda ternura de un leve gesto; en definitiva, de la grandeza de las pequeñas cosas que jalonan el tortuoso camino de la existencia.