Richard Wright (Natchez, Mississipi, 1908 – Paris 1960) ocupa un lugar prominente en la literatura africano-americana. Nacido y criado en un ambiente hostil, Wright se vio forzado a emigrar al norte con la esperanza de hallar un mundo más civilizado. Su entrada en el John Reed Club de Chicago, cuyo promotor era el partido comunista norteamericano, fue un acontecimiento trascendental para su carrera como escritor. Wright se incorporó a la lucha de clases adquiriendo una firme base ideológica y aplicando la doctrina marxista al problema racial del país. Años después, abierta ya una brecha entre él y el partido, e irritado por el medio social norteamericano, estableció su residencia en París, hasta que le sobrevino la muerte a los 52 años de edad. Su novela Native Son, su autobiografía Black Boy o sus relatos en Eight Men trataron de vincular la situación racial de Estados Unidos con su experiencia personal. Al final de su vida, Wright se sintió desorientado, sin haber logrado alcanzar una definición concreta de su identidad afroamericana. “I am nobody -escribió poco antes de morir- A red, sinking autumn sun/ Took my name away”.