El relato parte de la premisa de que la vida nos lleva constantemente a caminos que se bifurcan, y, en función de cuál de ellos tomemos, es decir, según cuál sea nuestra decisión, nuestro trayecto vital irá tomando una forma u otra. Desde los ojos de su protagonista, se irán tejiendo diversas historias cambiantes según las resoluciones que se tomen. Hay, en todo caso, un hilo común, y es la invitación constante a no creer todo lo que parece, y sobre todo a creer en un cambio posible. Su personaje principal reúne buena parte de las características del hombre medio: casado, con hijos, una buena posición económica, y, no obstante, una alta dosis de frustración y muy quemado por su trabajo, que le absorbe una parte enorme de energía física y mental. El propósito final de esta novela, mezcla de aventura novelística con motas de autoconocimiento, crecimiento y superación personal, pretende generar una autocrítica con la esperanza de provocar una reflexión personal: ¿dónde estamos y a dónde vamos, o hacia dónde nos dirigen?; ¿somos conscientes de aquello o vivimos y convivimos de la manera que el sistema nos ha impuesto?; ¿somos libres o tan solo interpretamos ese papel de forma autómata? Estas y otras cuestiones se van tocando a lo largo de estas páginas, que, a modo de raíces de un árbol, se van desencadenando hasta sus siete finales diferentes. Es un viaje a través de varios personajes que nos dejarán distintas maneras de asumir, vivir y sentir la vida.