Las circunstancias de la vida son motivo de llevar a cuestas algo penoso en ella. La valentía de compartirlo con la familia tendría que liberar al protagonista de esa lacra adquirida que no se puede eludir.
Estos secretos que se comparten en familia dan pie a un relato de ficción que va saliendo a la luz sin expandirse fuera de ella.
La fecundación in vitro es un avance médico al que muchas parejas se acogen, matrimonios o personas que buscan tener descendencia y por la razón que sea se ven imposibilitadas a ello.
Antaño, esa forma de concebir, poco conocida, era más bien ilegal y antinatural.
Esa rama de la medicina tuvo que luchar hasta conseguir el éxito que hoy se logra.
Una de las parejas que en su momento se acogió a esa manera de concebir optó a ello para salvar su matrimonio.
El autor ha procurado no ofender a nadie en esta trama literaria, enlazando a través de los años a sus personajes, que se hacen eco del dicho: «Las montañas no se encuentran, pero las personas sí»… Dicho que va emparejado en el relato por formar parte del mismo, como… ¡Secretos compartidos!