Ángela y Marcos se conocieron en el instituto. Ella era un cerebrito y él un futuro jugador de un equipo de élite de la liga española. Todo un cúmulo de desencuentros hace que el destino los una y los separe una y mil veces, hasta que ella pone tierra de por medio y se marcha a Londres. El destino vuelve a jugar sus cartas, pero, esta vez, no están ellos dos solos: una personita irrumpe en la vida de Marcos para romper todos sus planes establecidos.
Además, un cirujano deportivo de éxito, conocido en las revistas del corazón, comprende lo que tanto tiempo había sospechado: solamente había amado a una persona en su vida, Ángela Salas. Sin embargo, se encuentra algo harto de los desengaños amorosos.
Solo el amor puede unirlos, pero también puede separarlos.
La vida les ofrece una oportunidad para volver a jugar un segundo tiempo. De ellos dependerá el final del partido. A veces, el amor propio es el mejor consejero, pero otras veces puede suceder que, por orgullo, perdamos la ocasión de ser felices…