El insomnio lleva a un personaje a coger el coche e irse a caminar por la Vía verde al paso por su pueblo. Emigrado de muy joven, apenas lo recuerda. En la Vía, se encuentra con una persona mayor, Ramón, con la que inicia una primera marcha. Esta dará origen a una incipiente amistad que sucesivas salidas por el monte irán acrecentando. Conocerá a la familia de Ramón, con la que se entabla una relación muy especial marcada por las caminatas, las fotos y el cine. Y los recuerdos. Con
ella se entretejerá otra historia de otros amigos creando un mundo complejo: las relaciones humanas.
El encuentro entre dos caminantes, una fresca mañana de sábado, da pie a una incipiente amistad que el tiempo irá afianzando. Aquella primera y placentera excursión será el inicio de otras muchas. Estas, siempre por sendas y caminos de montaña, los llevará a un conocimiento tanto de ellos mismos como de la familia de uno de ellos. Sin olvidar otros aspectos del pueblo, y de los pueblos, por el que se mueven. Se añadirán nuevos personajes a los caminantes, surgiendo, así, diversas
situaciones y conversaciones donde pondrán de manifesto su vida, sus sueños e ilusiones. Caminando y comiendo. Viviendo y muriendo.