Siete mujeres con edades comprendidas entre cuarenta y cincuenta años deciden aislarse de su casa, hijos, marido o pareja para hacer juntas El Camino de Santiago. Se conocen de la Universidad, pero son muy diferentes. Desde una jueza progresista hasta una militante del Opus Dei.
Andrea, que además de pertenecer a la Obra proviene de la burguesía catalana, inicia El Camino con la intención de reflexionar sobre un problema que ha roto la armonía de su hogar. Desde la soberbia proyectará su frustración sobre quienes la acompañan, en cuyas debilidades verá el resto de los pecados capitales. El comportamiento intransigente la lleva hacia actitudes impropias en ella y lo que consideraba un problema grave derivará en menor al lado de lo que descubre cuando El Camino las introduce en tierras gallegas.