SIN PERDER LAS RIENDAS narra veinte años (1989-2008) de la trayectoria vital de Diego Acevedo, un joven gaditano que se asoma a la vida con curiosidad y un fuerte sentido estético y que en su acontecer diario asiste sorprendido a algunos excesos y a no pocas vanidades que parecían haberse generalizado en esos años en los que se desarrolla la acción. En su intento continuado de no perder las riendas de su vida, el protagonista trata de poner, con su mirada y actitud, mesura y sobriedad en un mundo sumido en la permanente tentación al mal gusto, al despilfarro y a una modernidad mal entendida. En ese testimonio tiene un papel destacado su afición a la jardinería y al paisajismo como una expresión de belleza y de naturaleza domesticada, así como su incapacidad para entender la vida sin la mujer que ama.