Este libro expone los elementos que han conducido a la sociedad internacional hacia una situación casi insostenible. Josep Capdevila aquí ha abarcado la información, la geopolítica, la política (por ejemplo: proponiendo mejoras en la Constitución española), la economía, lo social y el medio ambiente. Siempre ha insistido en los eternos defectos humanos: envidia, egoísmo, desidia, corrupción, falsa competencia, etc., todos ellos muy difíciles de erradicar. Estos, a su vez, se traducen por los
comportamientos abusivos de los estados, entre los que sobresalen la lógica de dominación, los robos, las expoliaciones, las guerras, etc.
Ha intentado construir con mucha crítica, destacando los actores y acciones más peligrosos. Ante todo ahora que con la guerra de Ucrania los EE. UU. y Rusia arruinan Europa; y con la ayuda de China y otros actores pueden ser la génesis de una Tercera Guerra Mundial, si no declarada y terrorífica, al menos a título de guerra fría, la cual también provocará muchas muertes.
Sobresale la necesidad de actuar rápidamente, juntos y con responsabilidad y empeño, en una palabra, con humanismo. Y como que un Nuevo Humanismo es inconcebible sin la ciencia, también necesitaríamos un Renacimiento científico.
Preocupado por la prospección económica, de la que señala la impotencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial y de los mecanismos respectivos de los diversos países, porque se limitan a considerar casi exclusivamente las variables cuantitativas, propone la complementaria utilidad de las cualitativas: historia, cultura, educación, política, religiones, etc. ¡Es que el flanco negativo de estas ha provocado muchas hambrunas y muchas muertas, por ejemplo. Entonces, a
base de guerras, la indigencia de las regiones pobres (la mayor parte del planeta) se perpetúa sin cese y no hay paradigma económico que lo solvente. Como consecuencia, incluso se pueden cuestionar los Premios Nobel. Sus comentarios sobre las religiones son más bien un complemento espiritual y metafísico de los semblantes materiales que propuso en el libro titulado ¿Se puede gobernar el mundo?, en 2004.