Soplos son los pensamientos que me invaden, me marean, me trastornan. Unos son de primavera, cuando empieza a calentar el sol, me sube la ternura y me pongo a pensar en los míos, qué y quiénes me rodean. Otros son los soplos de verano, tiempo de viajes, descubrimientos y novedades. En otoño, el rojo incendia mis ideas, me siento trascender, levitar, casi medito. Y el frío invierno me obliga a acurrucarme en mi mesa, me acuartelo en la oficina, con esfuerzo y tesón. Mi amigo Manuel le pone imágenes a la vorágine, pinta alas a mi imaginación.
Biografía:
Corazón compartido entre Cataluña, por nacimiento –Ripoll, la aldea remota, verde Pirineo- y Madrid por adopción y devoción. Consultora de profesión, en
tecnología y en personas, buen mix. Tras licenciarme en Química Física (UAB) a finales de los 80, inicié carrera profesional en Andersen Consulting / Accenture, donde disfruté más de 20 años. Tuve la ocasión de vivir un tiempo en Buenos Aires, dónde me sentí feliz, me hice “mayor”, y de disfrutar unos meses en Chicago –ABMP en Northwestern University, Kellogg Business School, la otra ciudad que adoro-. Hace unos años me reconvertí al “executive search”, que me brinda la oportunidad de conocer personas, conversar, aprender. Qué lujo.