SOULACK es una obra atípica por cuanto resulta en una fusión de elementos que inducen a dudar sobre el género literario en el que quepa encajarla: el pasado y el presente; escenarios terrenales y espacios astrales; duendes y mortales … Se trata sencillamente de un cuento, narrado con la naturalidad propia de una historieta para niños, pero dirigido exclusivamente a un público adulto. Nos relata la historia de un gnomo que toma vida en las manos de un viejo desesperado a quien redime de su depresión, devolviéndole la esperanza gracias a un “estímulo vital” que le transmite a lo largo de una extraña relación en la que se contraponen dos caracteres antagónicos en las antípodas de un mismo ser. Dos estados vitales de la naturaleza humana que representan ambos extremos de la existencia: «la infancia» y «la senectud». La confrontación entre ambos va revelando a través de su narrativa el rosario de mensajes que la obra pretende. La historia de estos dos personajes es una introspección por algunos territorios de nuestra conciencia por los que alguna vez hemos transitado los adultos, cruzando –sin embargo– por ambientes externos que el lector reconocerá de inmediato, pues confluyen en la compleja encrucijada global que nuestra especie humana sufre en los inicios de este tercer milenio. Sus contenidos giran básicamente en torno a esa vieja dualidad de conceptos, como son «la esencia» y «la materia», que convergen en una reflexión sobre la «la libertad personal». Con ello desembocamos en el eterno problema de «la responsabilidad individual», que es presentada aquí como única vía para remediar la angustia que hoy afronta el individuo en nuestras “desarrolladas” sociedades.