Este libro mantiene como objetivo principal determinar la evolución del mercado laboral, políticas públicas, tasas de pobreza, y su vinculación directa con actitudes ciudadanas hacia el estado de bienestar y el sistema democrático, durante la crisis económica que afectó a buena parte de los países desarrollados desde el año 2007 al 2014. Se ha decidido centrar esta obra en países representativos de dos estados de bienestar muy diferenciados, España y Suecia. La primera, como paradigma de los estados de bienestar mediterráneos (junto a Portugal, Grecia, Italia), todos ellos con niveles de desigualdad social muy elevados. Y Suecia, como prototipo de los estados de bienestar nórdicos (Noruega, Dinamarca, Finlandia) con los niveles más bajos de desigualdad a nivel mundial. La desigualdad social tiene un efecto directo sobre la satisfacción y confianza ciudadana respecto a las principales instituciones democráticas y sobre la propia Democracia. La presente investigación muestra como a mayor grado de desigualdad social se corresponde una mayor desafección democrática. Por lo que además de las connotaciones económicas, laborales y sociales, la desigualdad social afecta de forma directa a las actitudes ciudadanas referentes al sistema democrático; tales como mayor grado de desconfianza hacia el parlamento nacional, el sistema judicial, la clase política e incluso el desarrollo de la propia democracia en sí.