En esta obra poética el autor se pone cara a cara y en diálogo con la vida, con la muerte, la ira, el dolor, las virtudes…, el silencio, y finalmente, con los defectos y sombras del carácter…
Al mirarlos en esencia desde el interior estas cuestiones que nos invaden día a día, quedan sumidas y abrazadas por la comprensión amorosa de la paz y el sosiego de un alma que camina por los prados del silencio.
En este poemario el lector podrá sentirse identificado al ver que se enfrenta a su verdadero yo; a quien conoce, pero no reconoce, y a quien más de las veces traiciona y desgarra sin miras ni contemplaciones.
Soñar con un nuevo mundo es soñar despierto; tener ojos nuevos con los que ver las realidades de la vida desde un prisma diferente. Es en el silencio, en la meditación y en la contemplación, cuando los ojos recobran la vista y se sumergen en las aguas puras de la verdad. Al mirar hacia adentro, y después desde adentro, el SER se hace UNO con todo cuanto le rodea, sintiéndose unificado y traspasado por la vida en sí misma.
Soñar con nuevo mundo donde haya un amor que nos trascienda, y que a la vez se encuentre en la inmensidad de la vida, debe hacernos valedores de una conciencia donde el TODOS sea el horizonte predominante en pos del YO.
El nuevo mundo nacerá de la luz que el humano sea capaz de vislumbrar en las fronteras de su interior; desde la ribera del amor que todo lo sana y comprende.
Guarda silencio…
Respira…
¡Acalla tu mente!
Un Nuevo Mundo está por nacer.