Esta es mi segunda obra. Toda ella también es poesía y sus temas son muy variados, y me he ido inspirando según las circunstancias y el lugar.
Realmente, no puedo enfocarla por partes porque es un todo en uno.
Es como una recopilación de mi vida, de mis sueños, de mis realidades, de lo que yo deseo, de lo que he deseado, de lo que tengo y, a su vez, que tengan otros.
De sueños inalcanzables, de una libertad que quiero, de un mundo lleno de esperanza, de amor y no rencores, pues aquí he querido plasmar lo que yo anhelo y no puedo, porque me siento sola entre tanta gente.
Solo se oyen, se ven a través de los medios de comunicación, hechos negativos y desgracias.
Para mí, la poesía es una salida a la esperanza, es un grito en silencio de lo que siente mi interior.
Es una continuidad del primer libro, aunque este no está tan personalizado. Es un grito a la esperanza, al equilibrio de la raza humana con la naturaleza, a la verdadera fe.
Ya en este, supuestamente, he madurado a través de la experiencia, de la lectura, de los conocimientos recibidos a lo largo de los años y, de lo más importante, de mis sueños, pues, aunque tenga 61 años, sigo soñando con un planeta mejor, más cuidado, mejores voluntades humanas, riquezas compartidas, en general, un planteamiento de equilibrio con todo lo que nos rodea.