La poesía que habita en el cuerpo de este libro es una poesía social, actual, cotidiana y de lenguaje sencillo; es también reflexiva, existencial, emocional, crítica con muchos aspectos del hacer humano y educadamente incisiva. Una poesía que, tomando por prestado un concepto «acuñado» por Eduardo Galeano, se podría calificar como sentipensante; corazón y razón escrutando e interrogando a la «realidad» en busca de respuestas y deponiendo, verso a verso, las conclusiones obtenidas de ese mirar y de ese interrogar.
En este poemario, no hay poemas efervescentes, nacen de una lírica que habla de la épica del ser humano en su afán por vivir y, no pocas veces, por sobrevivir; cada uno de ellos cuenta una historia resaltando una impresión, denunciando una situación, llorando un desengaño, pidiendo una respuesta, cuestionando dogmas, drenando nostalgias, describiendo anécdotas… La diversidad de temas es amplia, aunque sobre algunos hay una reiteración acentuada que
evidencia una cierta transcendencia para el autor.
Una poesía basada en el correr del corazón a pecho abierto y en el pensar de la razón versando sentimientos.