«Amor. El amor inunda las
letras, a veces desesperadas,
tranquilas otras, pero siempre
en los ardientes momentos del
deseo. Pero ese deseo que
quema los versos, hasta
tatuarlos en los cuerpos de los
amantes. Ese deseo que arde
hasta en el aliento de esas dos
personas y que encuentra
algún tipo de respiro dentro de
cada uno de los suspiros
amantes de los amantes
deseosos de juntar sus bocas,
de unir sus cuerpos aunque
sea el tiempo que dura…
un suspiro».
Biografía:
Francisco García Almendros (Órgiva, Granada, 1961). Siente la necesidad de expresar sentimientos desde muy joven, apareciendo sus primeros poemas en 1975, con la aparición de sus primeras inquietudes y las lecturas de poetas como Bécquer, Lorca, J.R Jiménez -a primeros de los años 80 se afinca en Moguer, tierra de este poeta universal, y donde continúa viviendo con la mujer que «le dio la vida» y sus hijos-, Miguel Hernández o Machado, entre otros. Poco a poco, versa en cualquier tipo de métricas, incluso en alguna propia a la que más se dedica. A pesar de todo, no olvida su tierra de nacimiento, donde vuelve cada año y «recarga sus pilas». Es a su mujer a la que van dedicados la mayoría de sus versos, sin dejar de lado temas como la propia existencia, la vida en su conjunto, los problemas de paz en el mundo y sus propias congojas en determinados procesos de su vida. Aunque no se le dé mal la prosa, prefiere el verso para decir lo que desea decir.