La vida de cualquiera, cualquier vida, es un caleidoscopio por el que todos miran. Hay tantas vidas
como facetas tiene el caleidoscopio y para entender una vida, cualquier vida, hay que mirarla con “ojo de insecto”. “Té quiero” es una mirada caleidoscópica, coral, a una vida que, como toda vida, implica otras vidas, incluso la vida de quienes matan y de quienes mueren. Adentrarse en “Té quiero” es adentrarse en la complejidad del alma humana, de las relaciones entre las personas, en la compleja aventura de la vida.