Madrid, 1925. El final del verano llega a las calles de la capital y trae consigo una serie de crímenes que las autoridades no logran resolver. Cuando parece que por fin han dado con un culpable, don Antonio verá hechos realidad sus peores temores: Aún hay un asesino caminando tranquilamente por alguna parte de la ciudad. ¿Se habían equivocado de hombre? Las circunstancias llevarán a los protagonistas al punto de partida, a continuar la investigación visitando lugares por los que aún no habían pasado. Quizá, encontrar al responsable de las muertes no será un hallazgo del agrado de todos…
El autor invita al lector a ser partícipe de su primer proyecto de novela. Cargado de ilusión, espera que disfrutes con las páginas a las que tantos ratos les ha dedicado.