«Nos miramos unos instantes, apenas varios segundos, no se acercó, me habló desde la puerta, no me tocó, no dijo más, nuestros ojos buscaron en la mirada del otro la respuesta que queríamos escuchar: él, García, que le diese un sí por respuesta a su propuesta; yo, sin embargo, quería decirle que no era culpable —bueno, sí, le maté, pero él me hubiera matado sin dudarlo—. Nuestras miradas buscaban respuestas que no acertábamos a decir…».Una mirada dice más que mil palabras. Miradas que hablan, miradas que callan, miradas que otorgan, y todas ellas las verás en esta novela. En Tu mirada todo y nada, conoceremos la dura historia de Martina Quiroga, una joven estudiante que una mañana regresa de la universidad antes de lo habitual y descubre, por sorpresa, que su pareja no es quien ella cree y, tras una fuerte discusión, Martina se ve abocada a terminar con la vida de él, para sobrevivir tanto ella como el bebé que está creciendo en su vientre. En la resolución de este suceso, entra en escena el inspector García, y todo se complica cuando relaciona este homicidio con una investigación que se está realizando para la desarticulación de una banda de distribución de estupefacientes por los bares de copas del centro de Madrid. Para recuperar su tan ansiada libertad, Martina ha de colaborar con la policía y, en un determinado momento, García toma la mano de Martina, y el recuerdo de Jimena se apodera de su mente, de tal manera que nace en él la necesidad de dar con ella y ver sus ojos de mirada intensa que lo dicen todo y nada. García, el policía, el hombre, el amante que, tras viajar a Barcelona para el seguimiento de la nueva situación de Martina, se reencontrará con su pasado para tomar las riendas de su presente en busca de un futuro con la mujer que lo ayudó a creer en el amor y en las segundas oportunidades.