Jimena es una mujer razonablemente feliz, alegre y confiada por naturaleza. En su vida aparece por casualidad un personaje disfrazado de bondad, que esconde un «sol negro» que pretende arrebatarle la luz que desprende para apropiársela por ósmosis.
A través de un intenso bombardeo amoroso al que se ve sometida, va cayendo en la tela de araña que el perpetrador va tejiendo a su alrededor y de la que es muy difícil escapar.
Este perverso narcisista consigue colarse por alguna grieta que emerge de sus carencias emocionales y le permite adueñarse de su vida. Se engancha a la sensación de intensidad que le proporciona y así queda vinculada traumáticamente con él.
La memoria juega en su contra, ya que la amnesia perversa solo le permite recordar los buenos momentos vividos, las lunas de miel; mientras que la mente elimina la hiel amarga de los malos recuerdos.
A ti, que vives habitualmente en la luz, te invito a descubrir la otra cara que desconoces, la oscuridad en la que te sumergirá su maldad.