La tranquilidad que envuelve la vida de la familia Aldana se ve disipada por la muerte de uno de sus seres queridos. Este hecho, unido al dolor que ello genera, desempolva del arcón de los recuerdos una serie de secretos que hacen crepitar las columnas sobre las que se sustenta el sólido equilibrio de la dinastía.
La Madre Dolores, la Hermana Teresa, Verónica o Dafón se enfrentan en esta novela a las afiladísimas agujas que muestran los sentimientos, los miedos, la fe y los recuerdos. A fin de cuentas, este es un relato que describe las luchas internas que todos, en mayor o menor medida, sufrimos a lo largo de la vida.
Las fuerzas emocionales que tiran de nosotros para uno u otro lado son las que guían el desenlace final de esta sorprendente historia. ¿Ética o moral? ¿Religión o instinto? ¿Sensatez o corazón? ¿Romanticismo o realidad? El bagaje de la vida no es más que eso: decisiones, decisiones vitales que sostienen nuestro deambular por la existencia.
¿Podrán ustedes comprender las resoluciones que, a través de estas páginas, resuelven los diversos personajes de la novela? ¿Limitará su condición de padre, madre, monja, abogado, etc., las diatribas que la vida les plantea? No, no será fácil.
En el fondo, este libro aborda el tema de las fuerzas internas que empujan dentro de nosotros iluminando nuestro presente y condicionando nuestro futuro. Asumir ciertas decisiones cuando flota en nuestro corazón una ética arraigada, una moral religiosa o una fe inquebrantable no es tarea sencilla.
Dispónganse a empatizar con los protagonistas de esta novela, prepárense para poner en duda las decisiones, hechos o acciones que los personajes de esta intriga realizan para acondicionar su futuro, para asentar su presente o para perdonar su pasado, y pregúntense si obraron bien o mal conforme a los principios que cada uno de ellos arrastra en su corazón… Porque en el fondo, todos somos eso: duda.