Megan Pebbles, incapaz de negarse a la petición de su amiga de la infancia, acepta salir a cenar con ella para prestarle ayuda y apoyo a fin de que sobrelleve su complicada relación conyugal. Pero algo ocurre esa noche y, a la mañana siguiente, se encuentra mal y no recuerda nada de lo que sucedió durante la velada.
Su marido, Charley la llama por teléfono y la convence para que emprenda viaje hacia un pueblo perdido y se reencuentre con él allí. La propuesta implica unas vacaciones juntos en un paraje maravilloso, donde él está haciendo un reportaje y en el que ella podrá recuperarse de todas sus dolencias.
El trayecto resulta extraño y un temporal obliga a Megan a realizar una parada en un motel de carretera donde nada es lo que parece.
¿Será el gerente del motel el alma caritativa que parece ser?
¿Podrá Megan salvar a Adelle y la pequeña Joyce de las garras de su violento marido y padre? ¿Merece Devon su perdón, a pesar de haberle abollado el coche mientras repostaba?
¿Qué es lo que pretenden esas dos extrañas viejecitas que no paran de perseguirla a todas horas?
Y lo más intrigante y aterrador… ¿Quién es el desagradable inquilino de la habitación colindante a la suya?
Un extraño alto en el camino que le obligará a tomar decisiones terribles antes de continuar su viaje hacia Cattleya, el pueblo perdido.
Pero… ¿qué es y dónde está Cattleya?