Esta recopilación de relatos cortos no gira en torno a un tema común entre ellos y plantea situaciones variopintas, tales como la experiencia de alguien que se acaba de convertir en fantasma, los miedos de un astronauta, las dudas de un viejo verdugo, un pacto secreto con los libros, un confinamiento más, un purgatorio, un parque inolvidable… Cositas pequeñas como esas, escritas con ese lápiz asustadizo, son las que se garabatean en estas páginas, hasta que su dueño lo rompió sin querer, y entonces sacó lo más afilado que llevaba dentro…
Un lápiz roto es eso, sin mina a veces, partido en dos en alguna ocasión, magullado, perdido en el cubo entre bolis mayores que él, siempre indestructibles y perfectos, pero cada vez más cuco y revoltoso conforme se le saca punta de nuevo.