Marlo tiene problemas, Nancy los provoca y Romí los ignora.
Para estas chicas es más fácil guardárselo todo y sonreírse entre ellas. No hay lugar donde encajar cuando los problemas te mastican y te escupen sin ofrecer soluciones, al menos así lo piensan. Es un mal viaje que solo tiene un boleto de ida. Seguir adelante es la única forma que conocen para lidiar con todo, hasta cuando el mal viaje se estanca por las acciones de Marlo y todo lo que sigue después del día cero solo es una constante agitación de la cual Romí se vuelve cómplice.