Se encontraban Lucas y Laura dentro de una vieja casa, donde tienen alquilada una habitación en la ciudad de Alcalá de Henares. Terminando de cenar, un día cualquiera, se presenta la jefa María, la dueña de una importante farmacéutica, junto con su yerno. Ambos, fuera de allí, de noche, en un parque, le hacen una propuesta extraña de trabajo: los llevan, después de un tiempo y tras una previa preparación, a una isla alejada de aquella ciudad, a las profundidades de unas instalaciones secretas en el límite de Haití y la República Dominicana.
La exploración del lugar toma un cariz cada vez más extraño y horrendo, dando un vuelco inesperado a aquel trabajo. Gobiernos de varios países poderosos quieren ocultar todo aquello. Otras farmacéuticas quieren adueñarse de los resultados de esa exploración.