Una canción con la cual me identifco mucho dice: «¿Son los sueños realidad o sueños? ¿Es la realidad verdad o sueño?» (Jarabe de Palo).
¿Quién puede determinar ese límite?
Ese estribillo es el fel reflejo de lo que intenta plasmar este libro. Acontecimientos reales, palpables, tangibles, que logran confundirse a simple vista con hechos irreales, ficticios o soñados. Hasta incluso hacen dudar al protagonista sobre si lo vivido fue fantasía o realidad.
Crónicas que narran un viaje introspectivo donde el protagonista coteja su estilo de vida nómada por diferentes lugares del mundo llevado a cabo por casi una década, con un recorrido que profundiza interiormente hasta su esencia misma, en donde cada destino le permite encontrar, conocer y experimentar nuevos espacios dentro de él, como pequeñas piezas de ese tan complejo rompecabezas llamado el verdadero yo.
Combinando humor, filosofía y ficción, el autor y a la vez protagonista hace un recorrido espiritual a través de distintas vivencias que van desde compartir una casa con siete japoneses en Nueva Zelanda hasta intentar ser casi un trafcante para cruzar
de México a Cuba.
En otras palabras, este libro es de alguna manera la descripción minuciosa de un mapamundi interior. Como si nos diéramos vueltas por dentro y trazáramos divisiones políticas que delimitaran nuestros pensamientos, sensaciones, sentimientos y emociones, entendiendo fnalmente que la suma de todos ellos hace la totalidad que nos constituye como personas, al igual que las fronteras entre países desaparecen cuando comprendemos que todos somos parte de la misma esencia, la de ser humano.