En los meses de enero y febrero de 1939, las tropas franquistas ocuparon Cataluña tras un ataque por tierra y aire. Esto provocó que miles de españoles se exiliaran a Francia cruzando los Pirineos, la gran mayoría de ellos a pie, recorriendo decenas de kilómetros en mitad de un temporal de frío, lluvia y nieve que no olvidarían jamás.
Amparo, una joven valenciana, decide huir de Valencia junto a su hija pequeña Carmen, a principios de 1939, para salvaguardarla de los bombardeos que estaba sufriendo la ciudad, cumpliendo así una promesa que harían ella y su marido, José, que fue sacado de su comercio por los milicianos de la columna de hierro para luchar en el frente de Teruel. Junto a Herminia, una señora que se exilia con un bebe hacia la ciudad francesa de Toulouse para reencontrarse con su hijo que reside allí, deberán pasar todo tipo de penalidades para llegar hacia la frontera francesa.
Mientras tanto, en Tarragona, a mediados de enero, Julio y Salva, dos soldados que lucharon en la batalla del Ebro en el bando republicano, deciden huir cuando la guerra ya está perdida. Su destino será Francia, la única salida que podían tomar. Pronto se darán cuenta, al llegar a los Pirineos, de que no son bien recibidos por los franceses, que los humillarán hasta encerrarles en las playas de Argelés y obligarles a defender Francia de la invasión nazi en las compañías de extranjeros.
La novela muestra las rutas del exilio, los campos de internamientos franceses, centrándonos en el campo de concentración exclusivamente de mujeres, Rieucros, donde muchas españolas sufrieron un encierro injusto. Es un relato histórico del padecimiento de los más de 500 000 españoles que pensaron que en la Francia de la Libertad, Igualdad y Fraternidad encontrarían ayuda y paz, pero se equivocaron.