Se trata de un estudio sobre la vida, costumbres y trabajos de los artesanos de la madera de los cuatro pueblos de Valdeprusi, a los cuales se conocían entre sí como tixileiros, y a los que otros pueblos llamaban cunqueiros. Sin embargo, a fuerza de oírse llamar cunqueiros en los pueblos por los que viajaban, acabaron por aceptar dicha denominación y referirse a sí mismos también como cunqueiros. Hoy día es frecuente oírlos utilizar el término de tierra cunqueira, o referirse a sí mismos como cunqueiros.
Los artesanos tixileiros realizaron su actividad trasladándose principalmente por la Ruta de la Plata hasta Extremadura y Andalucía. Cargaban las piezas imprescindibles del torno y las herramientas en las caballerías, y partían hacia el sur. Las piezas pesadas del torno, que no tienen una dificultad especial, las hacían en los pueblos donde pasaban el invierno.
Al llegar al lugar escogido para hacer su trabajo, la cuadrilla de tixileiros se asentaba y compraba un determinado número de árboles para hacer con ellos las tixelas. En una cuadrilla amplia de siete personas, el trabajo se dividía dependiendo de la maestría de cada uno para realizar alguna de las operaciones necesarias.