Los poemas duermen en el interior de los libros esperando la mano capaz de seleccionarnos, buscando el momento preciso y el lugar adecuado para sentirlos. Soñaremos con ellos, hablaremos de amor hasta dejar desnudas nuestras conciencias, nos disiparemos entre suspiros de otros mundos imaginarios. Dibujaremos lugares que siempre han estado a nuestro alrededor y entregaremos la pasión de los besos perfectamente disimulados entre sus sílabas. Ansiaremos volver a sentir el amanecer o escuchar la música de las fuentes, mientras una tenue luz casi apagada, enciende la partitura elocuente de las emociones descritas en la sinfonía de los silencios.
Mantén el alma despierta, tenue y sutil. Solo así serás capaz de ver como duermen los versos. Solo así, tu alma será inmortal cuando toques el viento. Solo así escucharás en el silencio la metáfora de la vida y entenderás como a través del alma junto a tu beso, se refleja la tierna sonrisa de los girasoles.