Aviso importante: es probable que, tras leer estas páginas, te entren ganas irrefrenables de vivir en una cabaña en el bosque, al pie de alguno de los lagos de las Rockies y sus aguas de colores irreales.
Las Montañas Rocosas canadienses albergan algunos de los paisajes más sobresalientes del planeta, en una mezcla sin parangón de glaciares, lagos de colores inimaginables, bosques infinitos, cimas colosales y numerosas cascadas. Como para el autor, lagos como Moraine, Emerald o Peyto son anhelo para muchos y, por sí solos, motivo de viaje. Muchas de estas maravillas se alcanzan a través de la Icefields Parkway, considerada una de las carreteras escénicas más espectaculares que existen.
Este viaje, que arranca en Edmonton y finaliza en Calgary, transita por la famosa carretera y recorre los cuatro parques nacionales más emblemáticos de las Rockies: Banff —el primer parque nacional declarado en Canadá y tercero en el mundo—, Jasper, Yoho y Kootenay, con un asomo al Parque Provincial Monte Robson, donde se levanta imponente la montaña más alta de las Rocosas.
En el relato, mezcla de novela de viaje, literatura de naturaleza y guía turística, se alternan tramperos, buscadores de oro, exploradores como el célebre David Thompson, asentamientos indígenas de las Primeras Naciones y métis, con ciudades como Banff o Jasper, en un territorio que se fue desarrollando de la mano del ferrocarril. La Canadian Pacific Railway llevó el progreso y a los primeros turistas, atraídos por los manantiales de agua caliente descubiertos por tres trabajadores de la compañía ferroviaria, que fueron el origen del Parque Nacional Banff.
Este viaje literario es también fuente de salud y bienestar, y se detiene en la interminable lista de beneficios que la naturaleza de los bosques y lagos de las Rocosas canadienses proporciona a la salud. ¿Por qué el contacto con la naturaleza es terapéutico? De ello, y de su base científica, da también buena cuenta este libro de viaje a un paraíso salvaje con poder curativo.