Francisco viajó a Santa Fe del 20 al 27 de marzo de 2015. Fue un viaje exterior y material pero también fue un viaje interior y espiritual. Ambos depararon al escritor maravillosas sorpresas, que invita al lector a descubrir a través de este recorrido por el impactante santuario de Chimayó, los grandiosos paisajes de Cochití y de Nuevo México, el encanto de las casas, calles y galerías de Santa Fe… Hasta llegar al momento culminante: la boda de Sara y Joaquín en la Catedral de San Francisco de Asís. El autor rescata y plasma con amor la memoria de este viaje, porque es una memoria que merece quedar para siempre.