Viaje sin equipaje es un viaje sin destino determinado, es un viaje a golpe de impulso.
Es el viaje que todos al menos una vez tendríamos que emprender dejando la maleta en el andén.
Esa maleta que guarda la agenda con los compromisos, el traje de chaqueta para la ocasión, el calendario que señala la fecha de ida y de vuelta, y un mapa que marca el camino a recorrer y por dónde.
Esa maleta que vamos preparando prenda a prenda, detalle a detalle, para que no falte nada.
Y alguna vez se quedó junto a su dueño, entre lágrimas, chatarra y sangre a mitad del camino.
El que viaja sin equipaje nace un poco cada día.