Vícar, historia de una ilusión intenta contar el proceso de transformación de un municipio a partir de la idea de su alcalde, Antonio Bonilla, de llevar a cabo una gran obra que vertebrara a las diferentes barriadas que lo componen. Sin esa idea inicial, desde la recuperación de un espacio ocupado por una carretera nacional y la filosofía de convertirlo en un espacio público y de disfrute, la ciudad moderna que hoy es Vícar, seguramente no existiría y habría perdido la oportunidad de convertirse en un referente para toda la provincia. Desde una idea tildada de visionaria, Vícar ha construido un escenario de gran ciudad. Las obras del Bulevar Ciudad de Vícar no solo han procurado la disposición de unos espacios abiertos a la ciudadanía, sino que han servido para articular un nuevo concepto de ciudad desde la comunicación de sus distintas barriadas, la puesta en común de una oferta de servicios prácticamente sin límites y la apuesta decidida de futuro. Pocas veces una obra pública ha conseguido, en muy poco tiempo, articular un espacio urbano de la forma que lo ha hecho Vícar que ha protagonizado con ello uno de los cambios más espectaculares de cuantos se han llevado a cabo en la provincia. En esta publicación tratamos de exponer el significado de las distintas decisiones adoptadas por el Ayuntamiento en función de las necesidades de sus ciudadanos y con la participación de los mismos. Ello ha hecho posible que Vícar pudiera encarar lo que hoy es su presente con la garantía de alcanzar también un futuro que posibilite que sus vecinos cuenten con una amplia oferta de servicios para que, asentados en su territorio, mantengan el entusiasmo y el compromiso por seguir trabajando por el desarrollo del pueblo. Si en los últimos años eso ha sido posible, a partir de ahora, desde la experiencia, lo será mucho más. “El futuro estaba a la vista, solo había que verlo”