Este libro consta de cuarenta y cinco poesías en las que he querido
desnudar distintas situaciones en momentos diferentes.
He querido expresar situaciones de amor y desamor en prosa poética y
de una forma sugerente para todos aquellos que quieran entrar en una
apasionante lectura y se sientan sensibles y románticos.
Mis poesías viajan desde mi yo interior hasta, incluso, encumbrar un
paseo o una flor.
Este libro refleja una forma de sentir el amor, que puede ser maravilloso,
pero no perfecto.
También refleja situaciones, emociones y sentimientos que tienen lugar,
que ocurren en un momento concreto.
En estos poemas he querido transmitir la emoción, el sentimiento, el
amor, la nostalgia de diferentes momentos del transcurrir de mi vida.
Soy un romántico. Me gusta la tarde, me gusta la noche, el mar y todo
lo que respira sensibilidad.
Biografía:
Rafael Díaz Cabeo, nació el 15 de enero
de 1951 en Adra (Almería).
Estudió como libre el curso de ingreso,
que aprobó, en el instituto Celia Viñas
de Almería, obteniendo una beca para el
colegio diocesano San Ildefonso. En este
centro cursó primero, segundo y tercero
de bachiller.
Volvió a Adra para inaugurar su instituto,
cursando el cuarto curso de bachillerato
(1965/66).
Regresó a Almería para terminar el bachiller
superior en el recién inaugurado
instituto Nicolás Salmerón, en el Zapillo,
residiendo en el colegio menor Alejandro
Salazar.
Terminado el bachiller superior, ingresó
en la escuela de magisterio de la Universidad
de Almería, donde se licenció como
maestro.
En el curso 1972/73 estuvo de maestro
en el colegio Fuente Santilla de Puente
del Río (Adra).
Durante el curso 1074/75 desempeñó las
labores de educador en el seminario menor
de Almería.
Ingresó como maestro en el colegio diocesano
San Ildefonso en el curso 1975/76,
permaneciendo en él durante 41 años, hasta
su jubilación.
Desde pequeño le gustó mucho leer, sobre
todo poesía. Por las noches, la madre tenía
que apagarle la luz, pues se quedaba dormido
con el libro entre las manos.
Entusiasta de la generación del 27.
Su gran pasión siempre fue la enseñanza.