Βουλíμια significa «hambre de buey» en griego antiguo. Es un hambre devoradora, que gasta el estómago, que lo rasga, lo ensancha. En Vómito (Tras)tocada regurgita ese «yo» que engullimos con hambre insaciable al ser incapaces de comernos el mundo. A través de poemas y microrrelatos describe un periodo de no ser, un compendio de sensaciones, ascos y salidas, dividido en tres estados necesarios para el vómito: la arcada, los ardores estomacales y, finalmente, el acto de vomitar con el que se libera de lo grotesco, de lo que corroe. El resultado es una papilla con tropezones que se inspiran a veces en el realismo sucio, otras en la cultura grecolatina; unas páginas manchadas de bilis que en ningún caso quieren ser amables y tampoco aspiran a la perfección compositiva. Son, simplemente, restos de un empacho mental.