Y ellos me hablaron.
Aunque parezca imposible, aunque no lo creamos, no estamos solos recorriendo el camino de la vida.
Cuando llegan los momentos duros, los momentos difíciles, nuestros guías protectores y nuestros seres queridos nos ayudan cuando acudimos a ellos.
Yo tuve la gran fortuna de que me hicieran comprender que no estamos solos. Y empecé a oírles.
Y Ellos me hablaron.
Y ELLOS ME HABLARON.