¿Quién no cree conocerse bien a sí mismo? Los cuatro relatos sobre el ego se abisman en los mecanismos de autoengaño de todo sujeto.
He aquí ejemplos concretos: un concejal de provincias recién divorciado y con ambiciones; una pareja feliz, alérgica a quedar prisionera de las obligaciones serviles de la vida; un padre de familia que no está dispuesto a renunciar a su libertad; un marido nada celoso, pero que quiere entender la infidelidad de su esposa.
Yo, mí, me, conmigo. Cuatro relatos sobre el ego proyecta luz sobre los deseos elementales de la naturaleza humana hasta encontrar su punto ciego.
Los cuatro relatos confluyen en una historia única, donde los diminutos vicios humanos alcanzan a integrarse, por la gracia de la civilización moderna, en un desenlace apocalíptico. Por suerte, también existen heroínas y héroes, los verdaderos, los anónimos y, gracias a ellos, quizá, la humanidad pueda seguir subsistiendo.