El siglo XXI se ha iniciado con la explosión de una gran pandemia, la obesidad, ya anunciada en las últimas décadas del siglo pasado.
Las cifras que manejamos en la actualidad son alarmantes. En EEUU, sumando el sobrepeso y la obesidad, está afectada el 68 % de la población adulta. En España, un poco menos, el 62 %.
Y más alarmante es el aumento de la obesidad en los niños y jóvenes. Datos de 2011 del “Estudio Aladino”, señalan un 26,1 % de sobrepeso y un 19,1 % de obesidad entre los niños españoles de 6 a 9 años.
Las consecuencias metabólicas, el riesgo para las enfermedades cardiovasculares, las patologías articulares, la afectación de la calidad de vida y la disminución de la esperanza de vida, hacen de la obesidad una auténtica plaga actual, con graves consecuencias individuales, socio-sanitarias y económicas.
Con mucha frecuencia las personas con sobrepeso tienden a expresar la opinión de que no pueden adelgazar porque son así y su constitución les impide hacerlo.
Pero esa explicación no se puede aceptar. Los médicos lo sabemos muy bien.
Este libro nace con el deseo de desterrar esos mitos y estimular la autoestima como ayuda para adelgazar.
La persona obesa que desea cambiar su aspecto, lo primero que tiene que hacer, es cambiar su mentalidad y sustituir ese pensamiento negativo y perjudicial por este otro más positivo y beneficioso: ” QUIERO Y PUEDO ADELGAZAR”.
A través de los diferentes capítulos de este libro pretendo animar, a todas las personas que lo deseen, a controlar su propio peso, a saber comer, estar en forma y mantener un peso adecuado.
El lector podrá entender, afrontar el problema e iniciar la solución del mismo.
Partiendo desde su propia mente, sin buscar milagros, pero con el firme convencimiento de que si persiste en el método y se toma el tiempo necesario, podrá llegar al final deseado.
Porque eso depende de nosotros mismos, si unimos voluntad, conocimiento y persistencia. Lo fundamental es tener ánimo, fe y autoestima, saber que depende de uno mismo, sin buscar milagros, sin gastarse el dinero en productos caros e innecesarios, pero sin escatimar el esfuerzo.
En definitiva, decirse a uno mismo: “QUIERO Y PUEDO ADELGAZAR”.