Esmeralda Ruiz Zalve (2001, Catarroja). Siempre le gustó evadirse de la realidad, crear mundos en los que tener las riendas de su vida. Conforme creció, se dio cuenta de que la realidad, a veces, supera la ficción. Fue entonces
cuando decidió plasmar con tinta sus experiencias, las cuales impactaron en su vida formando una cruda realidad. Nunca fue de seguir un patrón, considerada diferente, decidió marcar la diferencia y creer
en ella misma. «Asegura que cuando una persona cree ser capaz, los sueños se viven con los ojos abiertos». Un día decidió poner un pedacito de arena a este mundo tan destructivo y trabajar con personas vulnerables en riesgo de exclusión social y hacerles un hueco en su corazón. Con el corazón en la mano, puede decir que no ha tomado una decisión más acertada nunca.