Fernando Orero Sáez de Tejada nace en la misma calle de Niños Luchando (Granada), presente en esta obra, un 4 de agosto, bien entrados los años cincuenta del siglo XX.
Se educa en Bruselas, donde emigran sus padres y sus seis hermanos.
Con diecisiete años, vuelve a Granada y se incorpora a la Azulejera Granadina en la carretera de Víznar, presidida por un familiar muy emprendedor, razón por la que tendrá la fortuna de dar la vuelta al mundo en su etapa de aprendizaje y en la búsqueda de mercados para sus manufacturados industriales, y regresa desde Nueva York a Madrid el mismo día que es asesinado Carrero Blanco.
Conoce las zozobras del cambio de una dictadura a una democracia y la pérdida de Sidi Ifni y el Sahara español, como los miedos en el ejército por la Marcha Verde al formar parte como voluntario en sanidad militar de la recluta.
Durante cinco años, encabeza la delegación en Madrid y zona centro de una empresa de Castellón de materiales cerámicos, lo que le permite ser testigo directo del asalto al Congreso de los Diputados en San Jerónimo por parte del teniente coronel de la Guardia Civil Tejero. Estando presente esa noche en la misma glorieta de Neptuno. Nace su primera hija.
Dirige la delegación de Andalucía de un grupo de fábricas de Castellón desde Sevilla, donde estará un año, lo que le facilita conocer toda Andalucía, ver la llegada al poder del PSA y las ansias de autonomía de los andaluces, como la implantación paulatina del PSOE.
Se establece en Almería, donde participa del enorme cambio social y económico llevado a cabo gracias a la titánica labor de los agricultores. Le nacen dos hijos.
Su pasión por Granada, como el conservar la memoria de Azaña, ha hecho posible que su autor haya querido hacer público un breve acopio de recuerdos y lecturas para realizar esta primera obra.