Se dejó caer de la cigüeña en Miguel Esteban, allá por el 1964. Ingeniero y Director Técnico de TC-Consultores, con la llegada de la crisis de 2008 empezó a sobrarle tiempo, ¡¡¡por fín!!!, así que se puso en algo que le rondaba por la cabeza, descubrir el pueblo o aldea a la que se refiere Cervantes en su Quijote, si es que ello era posible. Con 17 años leyó El Quijote y un libro titulado NO, donde se decía que Miguel Esteban bien puedise ser la cuna de Don Quijote, algo que se le
quedó grabado en su mente, hasta que en el 2000, volvió a retomar el tema, intentar descubrir “el lugar de cuyo nombre no quiero acordarme”, no encontrando nada que mereciese la pena. Es en 2008, cuando desde otra óptica y con una nueva metodología, empiezan a encajar algunas cosas. En 2012, hace varios pre-estudios con diferentes hipótesis, siendo en uno de ellos donde “todo encaja como un guante”, por lo que desarrolla un estudio previo, que es completado esa
misma navidad de 2012 (aunque aún habría más que hacer, en esto nunca se acaba) . En 2015, con todos los datos y una metodología mejorada, desarrolla el presente estudio, donde demuestra la exactitud geográfica y temporal en la que desarrolla esta obra nuestro inmortal Cervantes.