Espero que este libro siga el camino del primero.
Si abres las páginas este libro vas a descubrir que soy un mar de dudas y de contradicciones (bien lo saben los que me conocen). Como cada quien he tenido una larga historia personal que me ha llevado al sitio donde ahora estoy. Escribir es ir desnudándose de carne y hueso. Con cada palabra intento desenterrar el misterio para enfrentarme a la muerte sin miedos. Eso me salva de la melancolía de este presente vivo, pero incierto. Es la terapia que me ayuda a soportar las etapas por las que voy pasando.
Siempre defendo que lo que hago es juntar palabras para expresar lo que pienso, creo, dudo y siento, así junto los pedazos del espejo roto que tengo en el alma. Pero confeso que en ocasiones no consigo llegar a expresar lo que quiero. Y así sigo, con el alma llena de cicatrices buscando entre la memoria realidades de un instante vivido, antes que inalcanzables sueños desde donde interpretar lo que vivo.
Entre estas palabras, eres libre de cómo interpretar si es sueño o realidad.
No soy lo que escribo sino lo que tú sientes al leerme.
Porque ahí dentro, entre “tu siempre” y “tu nunca”, solo tú puedes llegar.
Yo estoy en ello.
Desde el borde del abismo en el que me encuentro, ya no hay regreso.