Narrada con un estilo suntuoso, fluido y cinematográfco, la trama, que comienza en Buenos Aires y culmina en Finisterre con un fnal tan sorprendente como inesperado, nos lleva a la reflexión, a revisar algunos espacios de nuestra propia memoria.
En un mar de palabras suaves y emociones fuertes, en esa ambigüedad con que se construye cualquier vida, donde lo real se funde con lo imaginario, los sentimientos con las percepciones; la novela confronta al lector con una infancia marcada por la soledad, los prejuicios sociales y el desarraigo, el exilio, el amor, un desliz, relaciones que se desmoronan, la pérdida y la culpa… Un
relato con connotaciones alquímicas que concentra la vida, donde acontecimientos fortuitos llevaran al personaje central a trascender sus limitaciones en busca de su razón de ser…
W. Moore