Dominique Boyer nació en Francia y se graduó como profesor de francés en la Universidad Lyon II. Desde que era un niño, siempre fue débil en idiomas, y sus peores califcaciones siempre fueron en esas materias. Todo eso cambió cuando un día visitó Brasil y de repente, cuando escuchó el idioma portugués, algo sucedió en él y todo le pareció obvio. Fue erradicado unos años más tarde a ese país, donde comenzó a enseñar francés, pero esta vez para extranjeros. Para sus alumnos, estableció puentes entre los dos idiomas y, progresivamente, con el español y el inglés, al darse cuenta, a lo largo de sus viajes a los países de América del Norte y del Sur, de que en realidad todas esas lenguas están ligadas. Fue lo que lo llevó a escribir a lo largo de los años varios libros que exponen las relaciones entre las lenguas, así como las riquezas de la etimología, los lazos a muchos aspectos, como los orígenes de los nombres de los países y las ciudades de América, el léxico del fútbol, las especialidades culinarias francesas o los galicismos en general en portugués, inglés y también en castellano.