Nació en el seno de una familia humilde. Disfrutó de una infancia feliz, de una juventud llena de optimismo e ilusión y de una madurez acomodada. En la actualidad es una señora emprendedora, sensata y, con un alto sentido de la responsabilidad. Su andadura por la vida la ha llevado a luchar por lo difícil e intentar lo imposible. Siempre ha tenido una gran imaginación. Ésta nunca la hubiese desarrollado si su vida hubiese transcurrido con normalidad. Pero el destino, cuando se encontraba en el mejor peldaño de la vida, le presentó una grave enfermedad por la cual tuvo que cambiar normas, formas y metas. Animada por los suyos a escribir se apoyó en la literatura y, así, ha escrito cuentos y relatos para sus nietos y amigos.
Gracias a la escritura ha logrado vivir sin depresiones, y sacando lo mejor de estas treguas que le ofrece la enfermedad. Ha aprendido cosas muy positivas que sin ella, jamás hubiese descubierto y, la más importante… que la vida vale la pena vivirla. “Deseo que este relato sea un ejemplo de cómo encontrar la paz y la serenidad. Observarán que se pueden resolver los problemas sin perder los papeles. Espero que disfrutéis de él porque está sacado de lo más profundo de mi ser y diseñado con pinceladas de sufrimiento, soledad y experiencia”.