Desde muy joven comencé a leer libros de aventuras, ciencia ficción y poesia. Por un millón de causas diferentes no pude estudiar medicina que era lo que más me gustaba, pero por alguna extraña alineación cósmica finalmente pude trabajar como auxilar de enfermería y luego en la unidad de rayos x en una clínica privada de Málaga. Mas tarde presté mis servicios en el hospital alemán Fiedrich Ebert Krenkenhouse durante varios años donde aprendí el arte de la disciplina y saber hacer las cosas correctamente. A mi regreso a Málaga me dediqué a diferentes temas que no tenían nada que ver con la medicina ni la sanación. A lo lago de mi vida he cambiado varias veces de profesión, ahora comprendo que todas ellas eran como parcelas por los que debía pasar para llegar a un estadio mas grande e iluminado. ¡Que curioso! Ser recepcionista de apartamentos en Benalmádena me sirvió mucho para despertar algunas cosas que tenía dormidas en mi adn (era cuestión de tiempo).
En el año 2012 me realizaron una regresión en el centro Nanasté Churriana (Málaga) en la que quedé impactado por lo que recordé, salió a flote que yo había sido médico ingeniero en una época muy avanzada en la que inventé un sofisticado aparato de sanación (algo parecido a un espejo de plasma) y esa experiencia me impactó mucho.
En 2013 me inicié en reiki y enseguida la vida me dio un giro sorprendente y cuántico. (Siempre lo tuve delante de mis ojos y no fui capaz de verlo) Ahora, bienvenido sea. Todo llega en su momento.
Ya en 2017 me llegó, vía inspiración, Conexion adn frontal, como culmen a la posición en el gran estadio, un nuevo método de sanación, para el equilibrio, la relajación y el bienestar de todo el sistema biológico. Algo nuevo y sorprendente que impactará a muchos. Estoy seguro.