Cuando notes que el mundo se calienta a tu alrededor, y el corazón se enfría en tu pecho, es porque estás perdido y sin rumbo. ¡Párate y medita! Cuando sientas el vacío en el alma, cuando nada de lo que conoces te sacie, cuando el amor no te encienda; entonces, tal vez, mires a las estrellas y te preguntes: ¿quién soy yo?, ¿qué hago aquí?, ¿por qué estoy estancado? Entonces, y solo quizás entonces, puede que escuches una voz en tu interior que te diga: ¡búscame!, ¡estoy dentro de ti! Pero, hermano de la raza humana, no te asustes. Es la voz de tu «Yo Superior» que te dice: ¡eres grande!, pero eso aún tú no lo sabes.
Un día quisiste ser rico y luego te cansaste de cavar minas bajo la montaña porque no encontrabas oro ni diamantes, ahora la voz interior te dice que tienes otra misión en tu vida: ser «minero biológico». ¿Y eso qué es? Medita, profundiza en tu interior y dótate de inteligencia espiritual; la vas a necesitar para lo que se avecina. Ya lo comprenderás. El salto cuántico que tantos profetizaban ya está aquí. Y, si quieres sobrevivir a todos los terremotos y sunamis que van a suceder, hazte espiritual de una forma sencilla, barata y sin tener que viajar a lugares exóticos. Conócete a ti mismo, conéctate con tu profundo interior y canaliza tu don más preciado: ¡lograrás la mayor riqueza que jamás hayas imaginado!