Desde muy niño, he tenido una gran imaginación. Sin embargo, siempre guardaba mis pensamientos en el interior y nunca los plasmaba en un folio o cuaderno. A partir del año 2017, cuando mi rodilla dijo basta y con todo el tiempo libre del mundo debido a mi inactividad laboral, comencé a escribir todo cuanto de mi memoria y mi pensamiento afloraba. Todas esas letras que unas a otras se buscaban para, nerviosas e inquietas, abrazarse, casarse entre todas, pidiéndome a gritos que las liberara. Al fin me he decidido a hacerlo y me he dado cuenta de la satisfacción y autoestima que han recorrido mi cuerpo, haciéndome sentir tranquilo, seguro y satisfecho de haber derramado sobre mis letras sin reservas gran parte de mis secretos y realidades, miedos, dudas, inquietudes, ilusiones y sueños. Casi me atrevería a decir que ese lado brillante, a la vez que misterioso y oscuro, que forma parte de las memorias y secretos que más celosamente guardaba en un rincón de mi corazón, forma y es parte de esta experiencia libera-dora, con la que me siento totalmente identificado. Tan solo pretendo ser honesto conmigo mismo, sin tratar de impresionar a nadie, simple y llanamente poder decir que con todo mi corazón y mi alma está todo lo escrito, tal como me lo han dictado mis sentimientos, para quedarme con la conciencia tranquila al haber sido fiel y sincero conmigo mismo, al escribir y publicar tan solo lo que en realidad «de corazón siento».